Vigila tu nivel de estrés. El paso del tiempo y la lucha contra tus enemigos harán que suba constantemente.
¡Golpea todo cuanto encuentres a tu paso para rebajarlo!
Si tu nivel de estrés sube a niveles peligrosos, empezarás a tener visión borrosa. Si finalmente se desborda, caerás desmayado y necesitarás algunos minutos para recuperarte.